Nueve años después de la última novela de Harry Potter, el universo mágico creado por J.K. Rowling vuelve a emerger gracias a la obra Harry Potter and the cursed child y su publicación en formato libro. Los fans de Harry Potter, ávidos de volver a conocer nuevas entregas del joven mago no dudaron dudamos en lanzarnos con avidez a devorar las páginas de esta nueva entrega que prometía aclararnos mucho más sobre la historia del mago más famoso de todos los tiempos.
Al devorar las páginas, hay algunos aspectos que no han terminado de gustar a los fans: la simplicidad del texto y los escasos detalles han aburrido a muchos lectores. Antes de comenzar a leerlo es importante tener claro a qué nos estamos enfrentando.
En primer lugar: es teatro. Lo que ha publicado Little Brown no es más que el guión de la obra teatral que en estos momentos se está representando en Londres. Esto implica varias cosas: el texto no puede ser demasiado denso y los diálogos lo son todo. El lector debe hacer un esfuerzo imaginativo extra para llenar los vacíos de la lectura. Si bien es cierto que las notas de dirección de escena y las acotaciones nos ayudan a ponernos en situación, es posible que choque a los lectores no acostumbrados a este género.
En segundo lugar: no es J.K. Rowling. Sí, su nombre sale en la portada bien grandote y en negrita, pero no lo ha escrito ella y ya sabemos lo que significa. John Tiffany y Jack Thorne han hecho un trabajo excelente adaptando a teatro y continuando el universo (si no, Rowling no habría dado el visto bueno, ya conocemos cómo es), pero es notorio que la mano de la escritora original no está en la obra. Los personajes, el ambiente y todo lo que rodea a la historia se basa en el mundo mágico que la escritora creó, y es fácil insertar a estos nuevos personajes en la historia por las continuas referencias a lo que sucedió pero no es el mismo estilo. Tanto la voz de los personajes como la manera de presentar la historia es diferente a lo que hemos vivido hasta el momento.
Los personajes de la historia están bastante diluidos, quizás en parte por la dificultad de tener que perfilarlos en una obra teatral que cuenta con una duración total de 5 horas. Juegan con la ventaja de que ya conocemos a gran parte de quienes aparecen en la obra, pero también hay que contar con un detalle: los que hace 9 años eran adolescentes han crecido y hoy son respetables padres e familia e incluso aburridos adultos. Los nuevos personajes no logran tener la misma empatía que los protagonistas de la saga original, se ven un poco forzados y no consiguen transmitir del todo la misma fuerza que vivimos en los originales. De nuevo, caemos en la comparación con los anteriores, porque inevitablemente esta obra está hecha para quienes han leído los primeros libros.
Viejos conocidos, queridos y odiados pasan por las páginas como viejos fantasmas, los que han disfrutado de las novelas originales pueden completar los rasgos de personalidad que faltan y adaptarlos al gusto, pero quienes no lo han hecho, se quedan con retazos ligeros que no terminan de conformar realmente un retrato del personaje real. Aunque está bien hilada la relación entre los personajes, quizás se echa en falta la interacción con otros, que sabemos que existen porque han sido nombrados pero que permanecen completamente ausentes en la obra. Es cierto que no forman parte de esta trama, pero podría haber sido una buena oportunidad para, al menos, presentarlos o contar qué ha pasado.
En cuanto a la trama, resulta atractiva para el lector, pero simple. De nuevo hay que recordar que es una obra teatral ligera y no una novela de 700 páginas. Sin embargo, da la sensación de que se va desinflando poco a poco hasta llegar a un final que tiene que llegar y que, a pesar de lo espectacular que pretende ser, se queda un poco diluido.Y aunque Harry Potter no es el auténtico protagonista de la historia, sí que cuenta con escenas que harán las delicias de los fans de mayor edad al asistir junto a él al paso de los años y a las consecuencias que ha tenido en su vida ser "el niño que vivió". Al igual que en la saga original, la amistad, la lealtad y la familia
son pilares básicos para entender por completo la historia.
A pesar de estos pequeños detalles, los fans de Harry Potter sabrán apreciar todos los pequeños detalles y guiños que aparecen a lo largo de las páginas. Sin duda una publicación necesaria para todos aquellos que no puedan ver la obra de teatro y deseen conocer cómo ha pasado el tiempo desde la última vez que Hogwarts cerró sus puertas.
La publicación en castellano está prevista para el 28 de septiembre de la mano de Salamandra bajo el nombre de Harry Potter y el legado maldito.
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