Elísabet Benavent tiene algo magnético que te engancha a las páginas de sus novelas y hace que las sientas intensamente durante la lectura. Las expectativas con Martina con vistas al mar, su última novela -bueno, penúltima, hoy ha salido a la venta Martina en tierra firme, la continuación del Horizonte Martina- eran realmente altas, y lo cierto es que cumple con creces.En este caso, la historia gira en torno a la vida de Martina, una joven cocinera que busca cambiar de aires laborales y poner un poco de orden en su vida.Un tanto maniática con las emociones y demasiado "robot" para las relaciones humanas, la joven se ve envuelta en un vendaval de sensaciones cuando conozca a Pablo, uno de esos cocineros modernos con estrellas, soles y todo tipo de reconocimientos de vanguardia en su restaurante El Mar.
Al igual que ocurre en otras novelas de la autora, los personajes son los que dan verdadero sentido a la historia y los que hacen que quieras seguir leyendo más y más. Contada en primera persona (la mayoría de la historia de boca de Martina y algunos capítulos con el punto de vista en Pablo), hace que empaticemos mucho más en las emociones y sensaciones que se van sucediendo en la novela. Fiel a su estilo narrativo, Benavent consigue relatar todo tipo de escenas y momentos subidos de tono sin llegar a lo simplón, cosa que se agradece en la novela romántica de los últimos tiempos, género plagado de novelas sombrescas.
Aunque la auténtica protagonista de la historia es Martina, también encontramos otras historias corales que acompañan las tribulaciones de la joven. Y son precisamente estos otros personajes los que ayudan a conseguir el tono perfecto para la novela. La pija de Sandra y la alocada de Amaia (sin duda uno de los personajes favoritos de las lectoras) son las compañeras de piso de Martina que, junto con los personajes masculinos que desfilan por la novela le dan ese toque auténtico que la autora imprime en sus novelas. Martina no sería nada sin ellos y ellos no serían nada sin Martina.
La historia se centra en la relación del super-chef y Martina, pero también asistimos a la llegada al mundo real de la niña mimada de Silvia y a una revelación importante para Amaia. Los personajes van evolucionando en la novela de una manera natural, ofreciéndonos momentos de calma y a continuación, una montaña rusa de emociones que no para. Descubrimos que existen los amores destructivos, exparejas que mantienen una amistad cordial y sincera y algún que otro secreto. Martina con vistas al mar termina con un cliffhanger poderosísimos perfecto para continuar a partir de hoy con la siguiente entrega.
La experiencia de la lectura del libro se completa, además, con la actividad de la autora en internet. A través de las redes sociales, Elísabet Benavent ha ido ofreciendo pequeños detalles que enriquecen aún más la lectura. Por ejemplo, un tablón en Pinterest con imágenes que le sirvieron de inspiración durante la escritura o fotos en los que inspira el físico de sus personajes. Una buena forma de empatizar con los lectores y, además, mostrar otra cara del proceso creativo.
Una novela imprescindible para los fans de Beta Coqueta, además de una gran historia de amor que disfrutar con todos los sentidos.
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