Antes de ser un autor de conocido renombre en todo el mundo gracias a su Trilogía Victoriana, Felix J. Palma
ya era un narrador con talento. Muestra de ello fueron los relatos
escritos antes de su gran éxito editorial, pero también su primera
novela, La hormiga que quiso ser astronauta. Desde el
título hasta la narrativa, este libro logró cautivarme por completo
gracias a una edición de Quorum que encontré hace años en la biblioteca
pública. Años después, la editorial Alamut decidió apostar por
una reedición de este libro que los lectores de Félix J. Palma deberían
conocer. Por su desparpajo, por su narrativa y por todo el universo
interior que logró sacar con esta obra.
La novela
rezuma desparpajo y juventud a partes iguales, dando lugar a situaciones
surrealistas, esperpénticas y llenas de humor que el lector devora con
avidez y con placer. Al fin y al cabo, estamos asistiendo al paso
doloroso y definitivo hacia la madurez, un momento que todos debemos
superar y asumir con más o menos estoicidad.
El
protagonista de la novela, despechado por el abandono de su pareja,
decide recorrer todos los rincones en los que han estado para recuperar
esas palabras que no se dijeron y que, según él, podrían llegar a
arreglar la relación. Este es el punto de partida de una novela que nos
lleva de la mano hasta ángeles caídos que pintan cuadros en el Parque de
María Luisa, repartidores de pizzas conspirando y anguilas dopadas con
Quimicefa entre otras muchas cosas. Un desternillante relato que culmina
con una cruda realidad: hay que crecer y dejar atrás la comodida de la
adolescencia donde todo era tal y como lo imaginábamos y donde la
imaginación nos protegía del mundo real.
Esta
obra supuso el gran salto de su autor desde el relato hasta la novela.
En sus primeros años, Félix J. Palma ya había demostrado con creces su
maestría en el género del relato y el cuento, dando lugar a obras
soberbias. En esta, su primera novela, no vamos a encontrar una obra que
pase a la historia de la literatura, pero sí una historia que nos hará
reir, empatizar con el personaje en todas y cada una de las
rocambolescas situaciones a las que se encuentra. La manera de plasmar
la psicología de los personajes y su manera de andar por el mundo
demuestra una gran maestría para crear grandes historias que consiguen
quedarse en nuestra cabeza incluso años después.
En definitiva, una novela que conectará tanto con jóvenes como con adultos gracias a la frescura de su escritura y a la maestría con la que hilar fantasía y realidad en un relato convincente y lleno de genialidad.
En definitiva, una novela que conectará tanto con jóvenes como con adultos gracias a la frescura de su escritura y a la maestría con la que hilar fantasía y realidad en un relato convincente y lleno de genialidad.
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